sábado, 12 de mayo de 2012

LA NUEVA COCINA


Exquisita, pero escasita
(eso dice siempre un amigo mío).
(según Juan Yanes)
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Equilibrio gastronómico
Tengo el colesterol por las nubes
y los triglicéridos haciendo la revolución permanente por su cuenta.
Pero equilibrado sí estoy.
Gastronomía de derechas. 
La más rancia tradición del cerdo ibérico.
Gastronomía para intelectuales. 
Coma pensamiento blando, es laxante.
Gastronomía democrática
Café para todos.
Gastronomía socialdemócrata. 
Agrupémonos todos y todas entorno a la nueva cocina de diseño.
Gastronomía de izquierdas. 
Como el gusto es una construcción social de clase,
hay que comer poco, rápido, barato y mal.
Gastronomía monárquica. 
¡Viva la restauración pura y dura!
Yogur. 
¡Viva la gente gorda! dijo un yogur anarquista.
Cambio histórico.
Don Quijote hecho una bola de grasa y Sancho Pánza flaco como un pírgano.
Aquí va a pasar algo gordo.
Aceite virgen. 
El aceite de oliva virgen extra, me perturba.
Reservado el derecho de admisión
Dos tercios de la humanidad no está invitado al banquete.
Cocinilla. 
Llámase así al lector de libros de recetas y a esos que dicen:
”hoy hago yo la comida”.
También al lector de recetas de termomix,
previa realización de un máster ad hoc.
Gastronomía de ficción.
 Como somos androides literarios soñamos con chuletas de cordero eléctricas.
Gran reserva. 
La gente muy reservada se lo toma con gran reserva.
Eructo. 
Decía que tenía el píloro canoro.
Colesterol. 
Hace siglos que no me como un rosco, por lo del colesterol.
Vegetarianismo. 
El vegetarianismo es el monoteísmo de la lechuga.
Artistas invitados. 
Gargantúa y Pantagruel, Don Carnal y Doña Cuaresma.
Gastronomía en tiempos de crisis. 
Hoy comimos sillas en escabeche… y tan contentos.
Cuestión de método. 
La quintaesencia se obtiene estrujando la esencia cinco veces.
La orgía perpetua. 
Heliogábalo sirvió una cena condimentada con 1.500 lenguas de flamenco rosa.
Cuaderno de campo.
 Tengo un libro de notas en su tinta.
Raritos.
Conocí a uno que se alimentaba de entropía.
Antes. 
Antes iba mi abuela al monte a coger leña para hacer de comer.
Si te trincaban, te metían preso.
Tan pobre y mísero estaba. 
Desayunaba media epanadiplosis y un café con leche,
en realidad no desayunaba.
Dieta. 
He bajado de peso (mental).
Sumillier. 
Me preguntó el mancebo del laboratorio de análisis,
si yo era el sumiller del Conde Drácula.
Frugalidad vaticana. 
En el refectorio, el boccato di cardinale está totalmente prohibido.
Comida basura. 
La comida basura como su propio nombre indica es caca.
Gastronomía cinematográfica. 
El festín de Babette, abre el apetito. La grande bouffe, lo quita.
Juan Yanes

2 comentarios:

  1. Siento decirlo, pero me parece de mal gusto el cartelito. Soy Republicano, demócrata y de derechas y el insulto constante por parte de la izquierda me parece una demagogia que oculta su frustración por tener un pensamiento caduco que no a evolucionado con los tiempos. La Libertad individual se acaba cuando invades la Libertad de otro.

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  2. Republicano, demócrata y de derechas?
    Enhorabuena!!!
    Yo soy sencillamente un obreo, siempre lo fuí y a estas alturas no voy a cambiar.
    Tampoco me gustan los demagogos... que los hay de todo tipo: de derechas, de izquierdas, republicanos...

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