lunes, 23 de enero de 2012

LAURELES DE INDIAS Avenida de Anaga

Auténticos símbolos de Santa Cruz.
Y silenciosos testigos del acontecer diario de nuestra ciudad.
Destinados a desaparecer por la propia mano que 
un día los trajo hasta aquí...
Santa Cruz no se puede permitir prescindir de esta parte 
tan importante de su patrimonio.

Nuestros laureles de indias se merecen algo más...
No podemos ignorar nuestro pasado de esta manera!!!
Siempre han estado ahí como auténticos pulmones de la urbe,
y hoy les vamos a desterrar de nuestras calles...




El Premio Canarias y catedrático emérito de Botánica en la Universidad de La Laguna (ULL), Wolfredo Wildpret ha aportado sus extensos conocimientos para arrojar algo de luz sobre la polémica situación de los seis laureles de indias de la venida de Anaga que van a ser trasplantados para realizar el proyecto de la Vía Litoral de Santa Cruz.


El catedrático sostiene al respecto que "es muy difícil saber a ciencia cierta si el trasplante será un éxito o un fracaso", y alude al buen estado de los laureles de indias que hace unos años se trasplantaron desde la avenida de Anaga a Añaza. Wildpret asegura que a estos árboles "les cuesta un poco echar a andar, pero han pegado bien", afirma el también profesor emérito de la ULL.
Impredecibles
Wildpret advierte de que "por muy especializada que sea una empresa el comportamiento de un ser vivo es impredecible", y alude a situaciones ocurridas en el pasado con otros árboles, como los de la carretera de San Andrés al Bailadero. Lamenta cómo la naturaleza está sometida al capricho de las personas responsables de las instituciones. Afirma que, precisamente esta zona centro de Santa Cruz -plaza de España y alrededores, ha cambiado como unas 10 veces, desde que él tiene uso de razón. "Cada diez años cambia la estructura, lo que demuestra que el objetivo no está claro y falta de unanimidad". Wolfredo Wildpret recuerda que, a pesar de ser árboles asiáticos, los laureles de indias de Canarias se trajeron de Cuba en el siglo XIX por Imeldo Serís y entonces fueron trasplantados con gran éxito en la isla de Tenerife y en Gran Canaria a partir de estacas (ramas).
El experto apunta además que, justo donde está actualmente el charco de la plaza de España, estaba el castillo (de ahí el nombre de la calle del Castillo). Ahí se instalaron los primeros laureles", destaca. Por último, alude a la importante función que tienen los árboles en la ciudad y más en concreto en una zona muy transitada por vehículos, en la que además los vecinos corren y hacen deporte.
"Los laureles cumplen una función sanitaria e higiénica", por lo que concluye que se muestra contrario a la desaparición de estos ejemplares arbóreos.

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